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sábado, 16 de febrero de 2013

CARTA DE LOS ESTUDIANTES DE ECONOMICAS DE LA UAM

Desde la Asociación de  Estudiantes de Económicas queremos denunciar una profunda y prolongada crisis en la formación de los estudiantes de Economía, que no ha hecho más que agudizarse por el complicado contexto económico y social.

Es evidente, además de preocupante, la forma en la que en los últimos años la Economía parece encontrarse  separada del resto de las ciencias sociales. Aparentemente, muchos han olvidado que detrás de las teorías y cifras, hay una sociedad que recibirá el impacto de las decisiones económicas y experimentará el resultado de las mismas. Nuestra responsabilidad, como actuales estudiantes y futuros economistas, es comprender la magnitud de este  impacto y ofrecer a los problemas económicos soluciones que resulten beneficiosas para el conjunto de la sociedad.


Muchos economistas, debido a los elogios recibidos por la gestión y el devenir de la economía española, decidieron limitar en gran medida su capacidad de análisis. Durante años publicaron, dejando a un lado el riesgo moral, artículos y estudios pagados por grandes empresas, obtuvieron puestos en los consejos de administración de muchas de ellas y se formaron como consejeros de administraciones públicas. Mientras tanto, un gran número de los mismos eran parte del cuerpo docente de universidades públicas. Sin embargo, tal y como ocurrió con la economía, esta burbuja finalmente explotó. Como resultado, hoy en día, nuestra disciplina, sus centros de enseñanza y sus docentes han caído en el descrédito.


La causa de la pérdida de análisis y crítica en la profesión tiene raíces más profundas que los conflictos de intereses creados por la procedencia de la financiación de los estudios llevados a cabo por algunos economistas. Es una consecuencia directa del uso de teoría neoclásica para crear modelos poco realistas, en los que predominan los aspectos predictivos sobre el conocimiento y la explicación de los procesos económicos.



Por estos motivos, los estudiantes reclamamos un cambio inmediato, una transformación en la enseñanza impartida en las Facultades de Económicas de todo el país. 


Partimos de una premisa: la universidad debe ser un espacio para la formación de personas, que a través de una visión crítica del mundo, sepan dar soluciones a los problemas de la sociedad desde nuevas perspectivas y siempre en aras del progreso de la economía, como disciplina o ciencia investigadora de la realidad. Es por esto que debemos 
 cambiar la dirección tomada por muchas universidades a la hora de impartir esta carrera, sujeta a unos planes  de estudios  mal estructurados y  con una línea más propia de la producción en cadena, en la que se trata de que todos sus productos sean iguales, sin alejarse del patrón establecido.




Los cambios que reclamamos se basan en  3 pilares fundamentales:
1)      Formación básica del estudiante para un mejor análisis de la realidad económica mediante la introducción de asignaturas clave para su formación.
2)      Estudio crítico de todas las teorías económicas para alejarnos del dogmatismo y devolver el carácter social a la Economía. Creemos que es imprescindible definir la función de las matemáticas y los modelos gráficos como herramientas. En ningún momento deberíamos olvidar que detrás de las cifras, muchas veces  analizadas superficialmente, se encuentran personas  y sus relaciones cuantificadas.
3)      Un plan de estudios que brinde a los estudiantes las  herramientas necesarias  para que éstos sean capaces de tener  una visión propia de la sociedad. Este debe ser el elemento central del cambio. Es esencial recordar  que la economía  se encuentra dentro del  conjunto de las Ciencias Sociales, no de las Ciencias Exactas. Es imprescindible que en los primeros años de carrera se desarrollen las capacidades necesarias para entender en profundidad los hechos económicos. 

No es nuestra intención exponer en este documento un nuevo plan de estudios. Sin embargo, creemos oportuno proponer algunas asignaturas que consideramos clave, como:  Historia Universal y de España, Historia del pensamiento económico, Sociología (o Antropología social),  Ciencias Políticas, Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales, Geografía Económica y Matemáticas.  En lo relativo a las asignaturas más específicas, un curso de introducción a la Economía sería necesario antes de plantear cursos de microeconomía y macroeconomía.

En cuanto a los contenidos de las asignaturas, reclamamos la enseñanza y exposición de todas las teorías económicas, para evitar encasillarnos en la visión única del neoclasicismo o en su función más progresista: el  neokeynesianismo.  Solo el estudio crítico y conciso, de todas las teorías y diferentes escuelas de estudio (marxista, keynesiana, institucionalista, desarrollista, estructuralista, evolucionista o austriaca) permitirán un análisis profundo  de la realidad económica,  así como la mejora de la capacidad de predecir  y de plantear soluciones a los diferentes  problemas económicos.

Asimismo, conscientes de la limitación de tiempo para abarcar todos los contenidos, proponemos ofertar distintas jornadas y seminarios para complementar la enseñanza del modelo único con alternativas como  la Economía Ecológica, Economía Feminista, Economía Planificada, Economía Conductual, Economía del Decrecimiento, Economía Social y cooperativismo (o autogestión).  Sería deseable y enriquecedor que estos seminarios  se impartiesen  de manera interdisciplinar, con el apoyo de  expertos en otras ciencias sociales y políticas.

Además, solicitamos que desde el Departamento de Teoría Económica se replanteen  los manuales utilizados hasta ahora, prestando especial atención a aquellos escritos por Mankiw y Mishkin. Este primer autor fue duramente criticado por sus propios alumnos de Harvard por la escasa utilidad de su manual para explicar situaciones complejas como la actual crisis. El segundo dejó en evidencia su falta de responsabilidad profesional con un informe en el que tomaba el sistema financiero islandés como un referente. 

Por otro lado, queremos subrayar la necesidad para cualquier estudiante de esta disciplina de la lectura, comprensión y discusión de textos indispensables en la Historia de la Economía y que en la actualidad son obviados por los planes de estudios, como la obra de Adam Smith, Karl Marx, J.M.Keynes y otros autores clásicos y contemporáneos.





Subrayamos una vez más que la Economía es una ciencia social y como tal, detrás de las teorías, los números y nuestra prepotencia a la hora de debatir sobre ciertas materias, hay una sociedad compuesta por personas. No debemos olvidar, que la publicación de cualquier informe, estudio o artículo influyen en las vidas de un conjunto de individuos o en el devenir de un país. La responsabilidad nos debe llevar a ejercer en el futuro a los estudiantes y en el presente a los profesores, nuestra condición de economistas de la forma más profesional que podamos.

Estamos convencidos de que la formación de mejores graduados en Economía será una garantía para la anticipación, análisis y búsqueda de soluciones ante futuras crisis. Esta tarea no solo depende de la voluntad de los estudiantes para aprender, sino de la estructura de un plan de estudios que marque las pautas a seguir y de profesores comprometidos, críticos y con la libertad suficiente para poder compartir su experiencia profesional. 
Por ello, os invitamos a hacer vuestra esta carta firmándola y difundiéndola, participando activamente para conseguir una formación en la economía amplia y completa. 


Aee y Estudiantes de Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid.

(http://www.change.org/es/peticiones/asociaci%C3%B3n-estudiantes-de-econ%C3%B3micas-uam-una-profunda-crisis-en-la-formaci%C3%B3n-de-los-estudiantes-de-econom%C3%ADa firmas en change.org)



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